lunes, 26 de marzo de 2012

"Jijiji, gracias por no prender la luz..."

Son casi las doce y media de la noche y no puedo evitar estar cebando mate, algo que se volvió un hábito y casi una adicción para mi durante estas últimas semanas. Mientras lo hago escucho música, y de repente suena Jijiji de Los Redondos en el reproductor de windows. Inmediatamente una sonrisa se esboza en mi rostro, y me hundo en el recuerdo de esos fogones en la playa de San Clemente, contando la terrorífica historia de dicha canción a mis amigos.

En la música en general hay todo tipo de anécdotas, curiosas como por ejemplo cómo Peter Gabrielse inspiró para hacer su traje de flor para Supper's Ready de un programa para niños de la BBC, como escribío The Battle of Epping Forest luego de haber leído una noticia en el diario, o como el Pity escribía las letras de los temas de Viejas Locas atrás de los boletos de colectivo.

Hay anécdotas graciosas, como por ejemplo como el baterista de Black Sabbath compuso la base de Paranoid un día que se había quedado encerrado en una habitación, y lo tocó durante muchas horas para no olvidarlo. Hay otras más conocidas, como que por ejemplo Paul McCartney no sabía leer música cuando empezó a tocar, que él grabó la guitarra de Blackbird porque George no podía y que George tocó el bajo en Two of us porque Paul se había frustrado, o que Ringo Starr no podía cordinar los pedales. También hay algunas que son propias, como la vez que aparecí en la pantalla del estadio de GEBA cuando estaba viendo a Las Pelotas tocar Bombachitas Rosas (voy a volver a eso más tarde).

En fin, hay millones de curiosidades y anécdotas diversas en el mundo de la música. Siempre en todos los grupos fui uno de los tipos que conocía algunas de esas historias y eso me ayudó mucho a establecer agradables e interesantes charlas con otros melómanos.

Hoy les voy a contar, como dije antes, la presunta historia de Jijiji. Todos sabemos que no es la historia real, ya que probablemente el tema hable de Chernobyl, pero de todas formas es escalofriante y buena.

Primero, lean la letra:

En este film velado en blanca noche
El hijo tenaz de tu enemigo
El muy verdugo cena distinguido
Una noche de cristal que se hace añicos.
No lo soñé -¡ieee-eeeeh!
(se enderezó y brindó a tu suerte)
No lo soñé -¡ieee-eeeeh!
Y se ofreció mejor que nunca
¡no mires por favor! y no prendas la luz...
La imagen te desfiguró.
Este film da una imagen exquisita
Esos Chicos son como bomba pequeñitas
El peor camino a la cueva del perico
Para tipos que no duermen por la noche.
No lo soñé -¡ieee-eeeeh!
Ibas corriendo a la deriva
No lo soñé -¡ieee-eeeeh!
Los ojos ciegos bien abiertos.
¡no mires por favor! y no prendas la luz...
La imagen te desfiguró.
El montaje final es muy curioso,
Es en verdad realmente entretenido
Vas en la oscura multitud desprevenido
Tiranizando a quienes te han querido.
No lo soñé -¡ieee-eeeeh!
(se enderezó y brindó a tu suerte)
No lo soñé -¡ieee-eeeeh!
Y se ofreció mejor que nunca
No lo soñé -¡ieee-eeeeh!
Ibas corriendo a la deriva
No lo soñé -¡ieee-eeeeh!
Los ojos ciegos bien abiertos.
¡no mires por favor! y no prendas la luz...
La imagen te desfiguró.
Olga sudorova...
Vodka de chernobil
¡pobre la olga! ¡crepó!


La historia tiene varias versiones, pero la que más me gusta es la que dice que en Mar del Plata, durante un verano de mediados de los años 80, cuatro amigas fueron a vacacionar juntas. La primera noche, una de ellas conoce en un boliche a un chico que las invita a salir al otro día a otro club nocturno.

Al otro día las amigas deciden ir, pero una prefiere quedarse a descansar para aprovechar más el día de playa. Deciden dejarla sola, y se van. Cuando llegan a la puerta del boliche una se da cuenta que no tiene documentos, entonces regresan para buscarlos. Cuando abren la puerta todo resulta estar apagado, así que haciendo silencio y sin prender la luz una de las chicas entra y saca el DNI.

Se retiran, y van a bailar. Cuando vuelven a su casa al amanecer del día siguiente, abren la puerta para encontrarse con una escena macabra; su amiga había sido violada y luego descuartizada, sus miembros yacían por todas partes y en la sangre que decoraba la pared por donde entraba la luz podía leerse "Jijiji, gracias por no prender la luz".

Imposible volver a leer la letra y encontrar relaciones entre este relato y el tema.

Ahora, mientras miro por la ventana, pienso por segunda vez acerca de ese viaje que quiero hacer con mis amigos a fin de año...

5 comentarios:

  1. gracias por no dejarme dormir por noches dias y semanas -.-! eso es peor que dross! encima esta escrito!!!!!!!

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  2. es mentira esta historia, hay varias versiones en diferentes escenarios y hechos, es m e n t i r a, no existe dicho relato.

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    1. Ya se sabe que es mentira. Lo aclara antes de comenzar a contar la historia.

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  3. palabras del indio."Para mí es un poco la paranoia de la droga. No lo llamaría de la experiencia de las drogas, que en este caso tiene otra pretensión, sino que está hablando de cuando alguien está a la deriva dentro de esa situación. Independientemente de lo que la gente haya interpretado para mí se trata de la paranoia, aunque recordemos que 'cuando uno está paranoico' no quiere decir que no te estén siguiendo. Ji Ji Ji es una risa medio perversa, marca una bidimensionalidad, es como que todo lo que estás diciendo no es una afirmación. Porque si tenemos el cuchillo sobre la mesa es simplemente un cuchillo, no es bueno ni malo. La cocaína es una cosa, no es la culpable de nada".

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